Cómo nació el Tetris: Alexey Pajitnov, el ruso que estaba aburrido e inventó el juego más vendido de la historia

La sensación de que no va a llegar la pieza geométrica que va cayendo en la pantalla es especialmente sentida por los jugadores de Tetris. Es que ese momento en que la atención se focaliza en ubicar cada cosa en su lugar, es adrenalínico. Aunque sea por unos pocos segundos.

La propia lógica de este videojuego resulta algo enloquecedora. Su mayor atributo es que no se le puede ganar, incitando al usuario a volver una y otra vez a la fugaz emoción.

En palabras de su creador, Alexey Pajitnov (70), cuando perdés “no ves tus logros, porque se borraron”. “Te quedan solo los errores, y por eso querés empezar otra vez”, repitió el ruso en más de una entrevista.

Pajitnov, ingeniero informático de profesión, nacido en 1955, tuvo que sortear la rigidez de su tiempo. Hijo de un crítico de arte y una periodista, el moscovita debió esperar más de diez años para recibir las ganancias de su invento.

El día de aburrimiento en el que nació Tetris

Hubo un día de trabajo demasiado aburrido para Alexey, aunque ello no quitaba la extensión de sus jornadas laborales hasta la medianoche. De 29 años, el informático aprovechó aquel tiempo libre en el Centro de Computación Dorodnitsyn y empezó a diseñar un juego.

Alexey Pajitnov (derecha) junto a su socio y amigo, el psicólogo Vladimir Pokhilko. Foto ArchivoAlexey Pajitnov (derecha) junto a su socio y amigo, el psicólogo Vladimir Pokhilko. Foto Archivo

Allá por 1984, el joven quería entretenerse en su computadora soviética Elektronika 60. Buscó una pausa de las tareas en el ordenador -que no contaba con gráficos ni color-, en el que debía desarrollar nada menos que inteligencia artificial y un reconocimiento automático de voz.

Entre tales temas serios, a Pajitnov, apasionado por los problemas matemáticos, se le ocurrió trasladar a la pantalla su mayor entretenimiento: los rompecabezas. Lo logró de una forma innovadora y lanzó el producto el 6 de junio del mismo año en Moscú, en lo que todavía era la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.

Para hacerlo, se inspiró en el Pentominó, figuras geométricas con las que se hacen combinaciones. Al momento de denominar su creación, como parecía no poder ser de otra forma, también apeló a la unión. Juntó la palabra griega “tetra” (que significa “cuatro”), en honor a la cantidad de cuadrados que tiene cada pieza del Tetris, con “tenis”, su deporte favorito.

La computadora de Pajitnov no tenía gráficos ni colores. Foto: ArchivoLa computadora de Pajitnov no tenía gráficos ni colores. Foto: Archivo

En compañía de su amigo de aquel entonces, el psicólogo Vladimir Pokhilko, dejaron una huella imborrable al dar a luz al juego que sería el más comercializado a nivel internacional.

Sin embargo, la recompensa material por las más de 500 millones de copias vendidas de Tetris se hizo esperar: Pajitnov no pudo sacar rédito económico hasta varios años después de su distribución masiva, y su socio, envuelto en problemas financieros, terminó su vida de manera trágica.

Los derechos de Tetris, monopolizados por el gobierno soviético

Todos los beneficios económicos por el uso de Tetris fueron al Estado soviético. Es que los derechos de la obra quedaron en manos de la entidad Elektronorgtechnica (Elorg) -fundada en 1971-, encargada de la exportación e importación de equipos electrónicos.

“Desde Rusia con amor”, decía el paquete del juego, entregado por el gobierno comunista a los países de su bloque.

El Tetris nació en la Unión Soviética. Foto ArchivoEl Tetris nació en la Unión Soviética. Foto Archivo

Sin embargo, el adictivo amor circuló por fuera de las esferas de influencia del Kremlin, a partir de una presentación en Budapest, Hungría.

Llegó hasta allí por una adaptación del juego para las computadoras de IBM, realizada con la ayuda de los colegas de Pajitnov, Dmitry Pavlovsky y Vadim Gerasimov. Aquel evento en la capital húngara hizo que empezaran a circular versiones pirata.

Pero la persona que lo cambió todo fue el empresario y diseñador de videojuegos neerlandés Henk Rogers.

El éxito logrado a través de Game Boy, la famosa consola japonesa

En 1989, Nintendo iba a lanzar su consola portátil Game Boy. Por hábiles negociaciones de Rogers, los rusos le permitieron a la empresa japonesa la comercialización de Tetris en consolas y arcades, reservándose los derechos en las computadoras.

De esta manera, Tetris se incorporó al prometedor equipo de Nintendo, que agotó de forma inmediata su tirada inicial de 300.000 unidades en Japón, y llegó a vender casi 120 millones en toda su historia.

El Tetris causó furor al ser incluido en el lanzamiento de Game Boy, en 1989. Foto ArchivoEl Tetris causó furor al ser incluido en el lanzamiento de Game Boy, en 1989. Foto Archivo

Así, Tetris alcanzó su éxito mundial –vendió 35 millones de copias a la consola nipona-, y hasta cósmico. En 1993, el cosmonauta ruso Aleksandr Serebrov se convirtió en la primera persona en jugar un videojuego en el espacio, al llevar consigo el dispositivo que entretuvo tanto a hombres como mujeres.

Sería más adelante, en 1995, con la entidad estatal ya privatizada, que se venderían la totalidad de los derechos de distribución. Fue la potenciación del negocio: en total, el juego llegó a recaudar más de 20 mil millones de dólares.

Bienvenido, capitalismo: la vida en Estados Unidos

Una vez disuelta la URSS en 1991, el neerlandés Henk Rogers ayudó a Pajitnov y Pokhilko a radicarse en Estados Unidos. Así fue como en la ciudad de San Francisco, los tres crearon la empresa Anima Tek, donde desarrollaron el videojuego El-Fish, sin la misma repercusión del invento anterior.

Pajitnov empezó a recibir las ganancias de su invento recién en 1996, mismo año en el que empezó a trabajar para Microsoft. A la par nació The Tetris Company, en la que el programador y Rogers dejaron afuera al especialista en salud mental.

Pokhilko, que se quedó con Anima Tek, la cual atravesaba fuertes dificultades financieras, apareció muerto en su residencia de Palo Alto, California. La dramática escena ocurrida en 1998 fue determinada como un suicidio, minutos antes de que el hombre asesinara a su esposa Yelena, de 38 años, y su hijo Peter, de 12.

Por su parte, Pajitnov –nacionalizado estadounidense- vive en la ciudad de Bellevue, en Washington. Su esposa Nina es profesora de inglés, y con ella tuvo dos hijos, Peter y Dmitri. Este último falleció a los 30 años tras un accidente de esquí en 2017.

Además de la faceta comercial, Tetris provocó un gran interés científico. Se realizaron decenas de estudios sobre sus efectos en la salud mental, en especial sobre el estrés postraumático.

El “Efecto Tetris”: su posible beneficio en la psicología

Las consecuencias de jugar Tetris irían más allá de la pantalla, específicamente en los pensamientos y la percepción humana.

Seguir viendo la piezas una vez terminado el juego llevó a lo que se conoce como “efecto Tetris”. Esto es más amplio que las figuras geométricas, y se traslada a cualquier otra actividad repetitiva que, una vez finalizada, perdura en el cerebro.

Por otro lado, una teoría dice que la dinámica de la invención de Pajitnov estimula centros neuronales de la corteza cerebral, relacionados al reconocimiento de formas y la coordinación motriz.

En un antiguo estudio de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, se hizo que personas jugasen al Tetris de forma prolongada. Como resultado, dos tercios de los participantes experimentaron visiones con piezas cayendo al cerrar los ojos e incluso las soñaron.

Y las implicancias irían más allá: el juego tendría algún correlato neuronal con los trastornos de estrés postraumático. En otras palabras, podría resultar útil como intervención terapéutica temprana para este tipo de desórdenes.

En el mismo sentido fue un experimento de la británica Emily Holmes, profesora de psicología en la Universidad de Uppsala, en Suecia. En el año 2005, buscó “amortiguar” la imagen intrusiva de los traumas pidiéndole a los voluntarios que jugaran al Tetris.

En base a que los humanos “reaccionamos de la misma manera” frente a imágenes reales o mentales, obtuvo como conclusión que la intervención lúdica redujo significativamente el número de recuerdos dolorosos. Aunque aclaró a la BBC que el videojuego no era el tratamiento en sí, sino una parte del mismo.

El sueño de Alexey Pajitnov que se hizo realidad

Si de ilusiones se habla, el propio Alexey Pajitnov las tuvo en grande. Al punto de que “su gran sueño” era ver jugar Tetris en la fachada de un edificio, en el que las ventanas fueran las coloridas piezas. Y sucedió no en uno, sino que en dos países.

En 2012, en el campus del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés), un grupo de estudiantes y profesores hicieron que el clásico puzle apareciera en una de sus sedes. Así apareció un Tetris gigante en la prestigiosa universidad estadounidense.

Dos años después, Tetris se exhibió en un rascacielos de 29 pisos en Filadelfia, Estados Unidos, con cientos de luces LED que funcionaron como pantalla. El departamento de videojuegos de la Universidad de Drexel se encargó de la instalación, y permitieron que más de cien personas seleccionadas al azar tuviesen un rato de diversión.

Por otra parte, en los Juegos Paralímpicos de Sochi del 2014, al sur de Rusia, se utilizó la misma temática para la ceremonia de clausura. Sobre un grupo de personas vestidas de ropa de colores, se replicaron los bloques para formar la palabra en inglés “Impossible” (imposible), y transformarla en “I’m possible” (soy posible).

En 2016, en Israel se replicó la monumental exposición arquitectónica. Frente a la plaza Rabin, la municipalidad de Tel Aviv iluminó su edificio principal con 480 luces LED, para replicar las celdas de Tetris, además de Pong y Snake. Fue otro momento inolvidable tanto para el público que utilizó los gigantes joysticks, como para los simples observadores.

Por último y más reciente, en diciembre de 2025 se realizó el primer mundial de Tetris, que incluyó jugadores de 60 países y un final excepcional. En la última jornada del evento -realizado en Dubái, Emiratos Árabes Unidos-, 2.800 drones reprodujeron los bloques del icónico rompecabezas y dejaron una imagen sorprendente.

Video

Más de 2.500 drones y un nuevo récord mundial: así fue la final del primer mundial de Tetris

Fuente: www.clarin.com

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